La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 6 de abril como el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, para concienciar acerca del papel que esta actividad puede desempeñar en la promoción de los derechos humanos y el desarrollo económico y social.
Debido a su gran alcance y los valores positivos sobre los que se funda, el deporte ocupa un lugar privilegiado para contribuir a los objetivos de desarrollo y paz de las Naciones Unidas. En la Declaración de la Agenda 2030 para un Desarrollo Sostenible, se reconoce aún más su papel en el progreso social:
“El deporte es también un facilitador importante del desarrollo sostenible. Reconocemos la creciente contribución del deporte al desarrollo y a la paz en cuánto a su promoción de la tolerancia y el respeto y los que aporta al empoderamiento de las mujeres y los jóvenes, tanto a nivel individual como comunitario, así como a la salud, la educación y la inclusión social”.