La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 22 de marzo como Día Mundial del Agua, a través de la resolución 47/193, en conformidad con las recomendaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, desarrollada en 1992.
Esta fecha es una oportunidad para destacar la función esencial del agua y propiciar mejoras para la población mundial que sufre de problemas relacionados con este recurso.